Esta es una gran película que nos invita a reflexionar sobre la pérdida, el duelo y la resignificación.
Podemos ver el dolor y enojo que Carl sufre tras la muerte de Ellie, y eso lo lleva a encerrarse en su mundo, y es gracias a Russell, que el comienza a contemplar una nueva realidad de la vida, sanando a través de sus nuevas experiencias, permitiéndose sentir otra vez.
Nos muestra cómo se vive la pérdida de un ser amado, los sentimientos que surgen tras ese suceso, y finalmente la sanación, en compañía y creando lazos significativos.
Esta película es un gran recurso que puede utilizarse con los niños para explicar la pérdida porque les enseña las distintas emociones que se pueden experimentar y esto les da la oportunidad de reconocerlas, validarlas y hablar abiertamente de ellas.
