
Normalmente creemos que los niños no podrán sobrellevar o comprender la muerte de un ser amado por su corta edad, pero en muchas ocasiones ellos perciben y comprenden este suceso de una forma menos complicada que los adultos ya que ellos viven más en el presente, a comparación de nosotros, que pensamos sobre un futuro sin nuestros seres amados o nos encontramos en el pasado con añoranza y recuerdos nostálgicos, lo cual es natural y requiere de un abordaje distinto y trabajo personal. Por eso, es muy importante que los padres cuenten con el apoyo y las herramientas necesarias para darle el acompañamiento y contención que su hijo necesita.
Al darles la noticia del fallecimiento de un ser querido o explicarles sobre la muerte, es necesario ser completamente sinceros con ellos (no usar metáforas ni mentiras) y hacerles saber que es un proceso natural de la vida y del cuerpo; también es importante darle una explicación desde un aspecto religioso o espiritual, de acuerdo con las creencias de cada familia.
Lo que se debe evitar es utilizar palabras que le causen temor, incertidumbre y confusión. Cada niño es único, y de acuerdo con su edad y su personalidad tenemos que adaptar nuestro lenguaje a su sistema cognitivo y necesidades.
Para acompañar este proceso es importante que trabajemos nuestros propios duelos, nuestra visión de la muerte y ser conscientes de como lo hemos gestionado.
Duelo Animal en la infancia
En muchas ocasiones, el fallecimiento de un animal amado será el primer contacto que un niño tenga con la muerte y el duelo. A pesar de la gran tristeza que implica su partida, es una enseñanza que tendrá para el resto de su vida, ya que al vivir pérdida está generando un aprendizaje vital, recursos y herramientas que le ayudarán en su gestión emocional para utilizar en los diversos escenarios y circunstancias a los que tenga que enfrentarse en su adultez. Por eso, enseñemos con el ejemplo, ya que le servirá lo que observe del entorno, de sus padres y su manera de abordar la muerte y el fallecimiento.
Actuar con naturalidad, permitiéndole todas las dudas y cuestionamientos que tenga respecto al tema, validar y responder con honestidad le ayudarán a enfrentar el duelo de una forma más amorosa, empática y libre.